19

Mar

2020

Artículo de opinión

Vivir en riesgo

Los riesgos han estado siempre presentes en la sociedad. Antes del Covid-19 tuvimos la gripe A(H1N1), la gripe española y si nos remontamos siglos más atrás, la peste negra.

Por Giancarlo Saavedra Chau. 19 marzo, 2020.

Para contener la propagación del Covid-19, inicialmente, el Gobierno de Perú decidió tomar medidas como la suspensión de clases en colegios públicos y privados. Algunas universidades, de manera voluntaria, también resolvieron reprogramar el inicio de sus ciclos académicos. Casi en simultáneo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaraba al coronavirus como una pandemia.

Asistir al colegio, la universidad o al trabajo siempre ha implicado riesgos. Por ejemplo, cuando los niños van en la movilidad escolar, los universitarios suben las escaleras para ir al salón de clases o al encender la computadora en la oficina se toman riesgos; sin embargo, hemos aprendido a asumir estos como la manera de estar y gobernar en el mundo moderno.

Los riesgos han estado siempre presentes en la sociedad. Antes del Covid-19 tuvimos la gripe A(H1N1), la gripe española y si nos remontamos siglos más atrás, la peste negra. Frente a estas situaciones, las decisiones políticas deben ser tomadas con responsabilidad. Por un lado, tendremos a ciudadanos que reclaman seguridad de sus gobiernos y, por el otro, a medios de comunicación con ganas de comunicar riesgos (y muchas veces miedos) a la población.

Un riesgo no tiene que significar catástrofe o desastre, sino que es la oportunidad para comunicar de manera responsable a los ciudadanos. Al momento de elegir a nuestras autoridades, la población demanda seguridad frente a los peligros como los ocasionados por el coronavirus. En ese sentido, el Gobierno peruano ha sabido asumir su papel de ofrecer, en la medida de lo posible, seguridad a la Nación.

Con las decisiones políticas empiezan las acciones más importantes, las de la sociedad. Debemos empezar por cumplir las recomendaciones de las autoridades, los ministerios y los organismos como la OMS. Aprender a actuar con responsabilidad significa dejar de compartir por Internet información sin confirmar, dejar de hacer llamadas falsas a la línea 113 del Minsa y dejar de desabastecer los supermercados y farmacias.

Autoridades, ciudadanos y medios debemos aprender a comunicar los riesgos y a no aumentar la preocupación por el miedo, al fin y al cabo, hemos aprendido a vivir en riesgo. En palabras de Beck, un sociólogo alemán, “estar en riesgo global es la condición humana del comienzo del siglo XXI”.

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